Histórico, emotivo y lleno de baloncesto. Así fue el XVIII Juego de Estrellas de la LNBP, evento que reúne a las grandes figuras del baloncesto nacional y que por segundo año consecutivo congregó cerca de cuatro mil almas en el “Gimnasio Nuevo León Unido”.
La velada comenzó con un evento que apenas este año se incluyó en el programa del Juego de Estrellas: la Carrera de Fundamentos. En ella, Mike Mitchell y William Spencer del anfitrión Fuerza Regia, Mark Borders de Santos San Luis, Carlos Toussaint de Gigantes, los universitarios Juan Sandoval y Fernando Sosa de la UANL, Alex Pérez de Soles, al igual que Samuel Yeager de Abejas, corrieron, driblaron y lanzaron al canasto buscando poner su nombre en los libros de historia como el primero en conquistar este evento.
Pérez y Yeager ‘dejaron en la lona’ al resto de los competidores y, en la ronda final, el alero de Abejas lanzó un certero triple que cortó de tajo las aspiraciones del juvenil mexicano, coronándose así como el primer Campeón de la Carrera de Habilidades.
El cetro del ya tradicional Torneo de Triples dejó Mexicali y ahora viaja hacia tierras quintanarroenses. Y es que el otrora campeón Román Martínez, jugador de Soles, no pudo refrendar el título conseguido el año pasado, cediendo el trono a Orlando Méndez de Pioneros, quien dejó boquiabierto al Nuevo León Unido anotando 23 puntos en la roda final del certamen.
Al medio tiempo del Juego de Estrellas se llevó a cabo el Torneo de Clavadas, evento donde PJ Reyes, Campeón defensor, quedó fuera en la primera ronda. A la Final accedieron el ‘grandulón’ de Soles, Matthew Bryan-Amaning y el tremendo anotador de Santos, Christopher Cayole.
Tras un par de ‘retacadas’ por bando, ambos jugadores se disputaron la corona del certamen en una última clavada: asistido por Alex Pérez desde atrás del tablero, Bryan-Amaning realizó un espectacular mate que dejó a Cayole sin margen de error; sin embargo, el alero de Santos hizo lo propio y se auxilió de su compañero de equipo Mark Borders, quien lanzó el balón contra el marco del tablero mientras él hacía una entrada de espaldas y volcaba el balón ‘de reversa’.
La maniobra aérea de Cayole no dejó dudas en el jurado conformado por Horacio Llamas, Omar Quintero y el Chango Regio y así el jugador de la escuadra potosina se consagró como el rey de las volcadas este año.
En medio de un partido entre Nacionales y Extranjeros que fue de toma y daca, donde los triples ‘llovieron’ y los alley-oops fueron a granel, también hubo lugar para la emotividad cuando en una pausa se hizo un reconocimiento por su impecable trayectoria y aporte al baloncesto nacional a Víctor Mariscal, quien probablemente esté viviendo sus últimos minutos en el basquetbol profesional.
Los 40 minutos en el cronómetro no fueron suficientes para que ambas escuadras definieran al Campeón del XVIII Juego de Estrellas. Cuando los tableros se encendieron y el reloj estaba en ceros el marcador reflejaba un empate a 117 puntos, un hecho histórico, pues en las 17 ediciones anteriores de este evento nunca se había disputado un Tiempo Extra.
La igualdad continuó en los cinco minutos adicionales y tuvo que venir un segundo Tiempo Extra en el que un par de triplazos de Alex Pérez en poco menos de 30 segundos rompieron la paridad que hasta entonces reinaba en el encuentro.
Así, al final, los Nacionales se impusieron 131-129 y Edgar Garibay fue nombrado el MVP del encuentro en una noche en la que fue todo fiesta, alegría, convivencia familiar y mucho pero mucho basquetbol.