Aficionados, matadores, picadores, banderilleros, trabajadores de la plaza, ex novilleros, autoridades del coso y desde luego la familia del exinto y estimado torero.
Poco después de las 5 de la tarde los familiares de Don Antonio aparecieron por la puerta de cuadrillas para cruzarr, llevando la urna con sus cenizas, el ruedo y depositarlas en una mesa situada justo en los medios de la plaza.
Sobre un manto blanco, un capote de paseo y encima un arreglo floral sobre el que descansaban dos fotografías del torero en las que aparecía vestido de azul y azabache la tarde de su despedida en la misma plaza.
Junto a la urna, un par de banderillas rojas y a un lado de la mesa, un capote de brega y un par de banderillas azules.
Loa asistentes hicieron un circulo ante las cenizas de Don Antonio y los avios para escuchar un emotivo mensaje y semblanza del jóven periodista y amigo personal del torero, Gustavo "Gallo" Robledo.
Posteriormente los nietos de Don Antonio llevando la urna dieron la vuelta al ruedo y tras ellos Alejandra y Mary, hijas del finado diestro en medio de los aplausos y una lluvia de claveles.
Luego del homenaje, los asistentes se trasladaron a un templo del poniente de la ciudad para un oficio religioso.
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